Urgieron a tomar medidas para que la orientación sexual no sea base de condenas, ejecuciones o arrestos.
Nueva York. Sesenta y seis países pidieron este jueves a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la despenalización universal de la homosexualidad llamando a abandonar la discriminación legal y social hacia los homosexuales, las lesbianas y transexuales y esto porque todavía en más de 80 países hay leyes que la castigan, incluso con la pena de muerte (en Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Irán, Mauritania, Nigeria, Sudán y Yemen).
El embajador de Argentina ante el organismo, Jorge Argüello, leyó la declaración, en la que por primera vez se hace este llamado en sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU, en nombre de 66 naciones.
"Urgimos a los estados a que tomen todas las medidas necesarias, en particular legislativas o administrativas, para garantizar que la orientación sexual o la identidad de género bajo ninguna circunstancia sean base de condenas criminales, en particular ejecuciones, arrestos o detenciones", señala el texto.
El llamado se fundamenta en el principio de la universalidad de los derechos humanos, consagrados en una Declaración Universal y que establece en su primer artículo que "todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos".
Y destaca "el principio de no discriminación que exige que los derechos humanos se apliquen de la misma forma a cada ser humano, independientemente de su orientación sexual o identidad de género".
Los 66 países (todos los miembros de la unión europea, la mayoría de America Latina, Australia, Cabo Verde, Republica Central de África, Gabon, Guinea, Israel, Japón, Nepal, y Nueva Zelanda) que realizaron esta solicitud se expresaron "profundamente preocupados por las violaciones a los derechos humanos y a las libertades fundamentales basadas en la orientación sexual o identidad de género".
Condenaron "las violaciones de los derechos humanos (...) donde sea que sean cometidas, en particular el recurso de la pena de muerte bajo este fundamento (el de la orientación sexual), las ejecuciones extrajudiciales, (...) la práctica de la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, el arresto o la detención arbitrarios y la privatización de derechos económicos, sociales y culturales, especialmente el derecho a la salud".
."No queremos imponer un tipo particular de modelo de sociedad, pero sí que nos pronunciemos en contra de la intolerancia", aseguró la viceministra de Derechos Humanos de Francia, Rama Yade, en un acto en la sala del Consejo Económico y Social de la ONU.
LA REACCION RESPONDE.
La lectura de la declaración en el pleno de la Asamblea General generó una réplica por parte de la Misión de Siria ante la ONU quien en nombre de 62 países islámicos consideró la declaración como una injerencia en los asuntos internos de las naciones soberanas. Los países que también se opusieron a la declaración de la despenalización mundial de la homosexualidad fueron China, Rusia, los Estados Unidos y el Vaticano, que aunque no es miembro, tiene el estatus de observador permanente en Naciones Unidas y fue el causante de la polémica sobre la propuesta.
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