EDITORIAL: POR UN MÉXICO SIN HOMOFOBIA.

El 17 de Mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y decretó que la orientación homosexual no es una enfermedad, no es contagiosa y no es curable.

Sin embargo, hoy todavía hay personas que insisten en impulsar con recursos públicos la supuesta curación de la homosexualidad y argumentan que de no hacerlo la sociedad corre peligro de destruirse, de desmoronarse, de generar una grave crisis en las familias.

Lo cierto, es que las estadísticas muestran algo totalmente diferente a las predicciones apocalípticas de los dogmáticos aglutinados en la derecha política. Las estadísticas nos muestran que son los intolerantes y no lo homosexuales los que están generando un profundo daño a la sociedad y a nuestras familias al enfrentarnos en discusiones absurdas y sin sentido. Al imponerse los prejuicios por encima del sentido común y los dogmas por encima del derecho de todas las personas a ser tratadas con dignidad y con justicia.

Hoy por hoy, En el país, la homofobia, es decir el odio o la aversión hacia las personas de la diversidad sexual no solo es elevado sino que también destruye todos los días vidas y familias enteras, siendo la expresión más grave de la homofobia aquella que violenta físicamente a las personas homosexuales o que parecen serlo.

Hoy por hoy, México ocupa el segundo lugar en crímenes de odio homofóbico de América latina solo después de Brasil y Según el Informe de Crímenes de Odio por Homofobia realizado por la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio Homofóbico, de 1995 a 2009 se registraron mas de 600 homicidios homofóbicos.

Es por ello que demandamos un alto a la creciente ola de violencia y discriminación que sufre todos los días en todos los rincones del país la comunidad de la diversidad sexual.

Hacemos un llamado a las instituciones, a los partidos políticos, a las organizaciones civiles a los gobiernos municipales y estatales, hacemos un llamado a la presidencia de la república a cumplir la constitución y aplicar y avalar las reformas que el país necesita para el impulso de campañas masivas y leyes que permitan prevenir y erradicar la discriminación de forma efectiva.

Demandamos la consolidación de un estado laico y democrático comprometido con los plenos derechos ciudadanos para la comunidad LGBT. Exigimos justicia para el activista gay Quetzalcoatl Herrera quien recientemente fue ejecutado en el Estado de Guerrero. Demandamos justicia para todas las victimas de la homofobia y el fin de la impunidad que pesa sobre los crímenes de odio homofóbicos.

hacemos un llamado a la misma comunidad lésbica, gay, bisexual, trans e intersexual a cerrar filas, a que sin dejar nuestras diferencias trabajemos de manera conjunta en agendas comunes que nos permitan garantizar un mejor futuro para nosotras, nosotros y las nuevas generaciones arcoíris que están por venir, donde el respeto al diferente sea una realidad, un derecho y una obligación.

José Eduardo Rodriguez Pérez

Red Universitaria de la diversidad sexual.