¿Te han discriminado alguna vez?

LIBERACIÓN BISEXUAL: EL MOVIMIENTO SILENCIOSO.

Cuanto más comprenda el mundo su bisexualidad, mejores seremos. Estoy atraída por el alma de la gente. Puedo ser atraída por cualquier sexo”.
Melissa Etheridge, diciembre 1999.


Bandera bisexual. Desplegada por primera vez el 5 de diciembre de 1998 en el primer congreso internacional sobre bisexualidad celebrado en la ciudad de Amsterdan.

Arturo Morales.

Durante los últimos cuarenta años, toda una serie de movimientos relacionados por una raíz transformadora común, basada en principios sociales de respeto y equidad, han ido creciendo en simpatía y atención, y han logrado que las clásicas concepciones mantenidas por la iglesia y el poder heredado de arcaicas formas sociales se haya visto forzado a transigir. Es una batalla que han mantenido las asociaciones feministas, los grupos ecologistas, los movimientos de solidaridad social, así como los grupos de gays, lesbianas y personas transgénero.

Y, claro, los bisexuales. Tal vez relegados a un segundo plano porque el enfrentamiento se ha definido entre grupos contrapuestos, tal vez por el devenir de los acontecimientos que se han precipitado en los últimos años. El colectivo bisexual, que en España tiene escasa fuerza, protagoniza en otros lugares un nuevo resurgir, después de la desastrosa experiencia que tuvo que padecer en la década de los 80.

El valor de la bisexualidad radica en no negar ni asumir más condición ni identidad sexual que la dictada por el espíritu, sin categorizar el comportamiento y sin encorsetar a las personas. Es también, una forma de descubrimiento de la identidad individual, y una nueva manera de mirar a los otros. Pero es una reivindicación que aún debe librarse, y que en todo caso se beneficiará de los logros obtenidos por otras reivindicaciones más inmediatas.

No es fácil saber cual es exactamente la realidad bisexual, ya que se han hecho pocas investigaciones al respecto. La mayoría de estudios sobre sexualidad se han centrado en heterosexuales o en gays. Basándonos en un estudio realizado por Kinsey en los años 40 y 50, entre el 15 y el 25 por ciento de las mujeres, y entre el 33 y el 40 por ciento de los hombres pueden ser bisexuales, teniendo en consideración sus actividades o atracciones. Los bisexuales son, en cierto modo, una población oculta. En nuestra cultura, se acepta generalmente que una persona pueda ser heterosexual (el estándar asumido) o gay (la alternativa a siglos de pensamiento rígido) y como la bisexualidad no encaja en estas categorías, se tiende a ignorar o a negar. Cuando es reconocida, la bisexualidad tiende a verse como “parte heterosexual y parte gay”, en lugar de contemplarse como una identidad única. Esto es así porque la bisexualidad representa en si misma una amenaza la forma aceptada de ver el mundo, poniendo en entredicho la validez de categorías sexuales rígidas.

El movimiento bisexual contemporáneo comenzó a principios de los años 70, aunque se tiene registro de la existencia de comunidades bisexuales mucho antes, como la de Bloombury conformada por artistas y escritores, a principios del siglo XX. Los primeros grupos bisexuales tendían a relacionarse a grandes rasgos con la liberación sexual. A muchos bisexuales se les relacionó con el incipiente movimiento de liberación gay, que en aquellos momentos reclamaba el potencial de las personas para tener relaciones sexuales con ambos géneros. Conforme los activistas gay comenzaron a adoptar un modelo basado en la identidad “étnica” de la sexualidad, los bisexuales se fueron enfrentando a la exclusión de algunas partes del movimiento gay, y debieron crear organizaciones específicamente bisexuales. La “Declaración sobre Bisexualidad de Ithaca” apareció en la revista The Advocate en 1972, anunciando la nueva conciencia bisexual a los lectores gay.

Había surgido por el cambio producido desde el activismo social hacia posiciones más personales, motivadas por el fin de la guerra de Vietnam, el aumento de la visibilidad gay, los movimientos feministas y de defensa de los derechos civiles, y por la nueva cultura que trataba de aplastar los paradigmas y reclamaba el descubrimiento del yo individual. Esta fue la era del “bisexual chic”, con cantidad de artículos en la prensa general sobre bisexualidad, y una gran visibilidad de artistas y estrellas del rock bisexuales.

El National Bisexual Liberation Group fue fundado en New York en 1972: publicó la que sería la primera revista bisexual: “The Bisexual Expression”. Durante este periodo, los bisexuales continuaron participando activamente en actividades gay-lésbicas. A principios de los años 80 se vivió el desarrollo de los movimientos bisexuales en Europa, como el London Bisexual Group (1981). Mientras los grupos formados en la década anterior estaban formados mayoritariamente por hombres, muchas de las organizaciones fundadas en los años 80 fueron creadas y lideradas por mujeres. Las mujeres bisexuales habían experimentado la alienación de las comunidades lésbicas, conforme el separatismo y la polarización sobre la orientación sexual se incrementaba a finales de los años 70. Para muchas mujeres bisexuales, su sexualidad era parte integral de la política feminista, y querían grupos que reflejaran este énfasis.

El Sida tuvo un profundo efecto en el movimiento bisexual. Los hombres bisexuales fueron estigmatizados como propagadores del VIH de otros homosexuales hacia la “población general”. A finales de los años 80, la concienciación de las mujeres ante el Sida también aumentó, culpando a las mujeres bisexuales de la misma “falta”. Estos acontecimientos generaron debates sobre la distinción entre conducta sexual e identidad sexual. Activistas y políticos comenzaron a culpar a la conducta, y no a la identidad sexual, como un factor de riesgo ante la infección por VIH. Muchas personas que se convirtieron en líderes del movimiento bisexual enfermaron o murieron, y muchos otros enfocaron desde entonces su atención hacia el activismo relacionado con el Sida.

Hay numerosas publicaciones, tanto en prensa como en formato electrónico, que tratan en profundidad el tema bisexual. Tal vez una de las más interesantes para el neófito sea http://www.biresource.org/, un completo listado de recursos sobre bisexualidad en la web. Otra, con un título llamativo y provocador, pero de contenido cuya lectura recomiendo, es http://www.anythingthatmoves.com/, la versión electrónica de una popular publicación que se distribuye internacionalmente, y que está realizada desde San Francisco. Por último, http://www.binetusa.org/ puede servir como punto de arranque para conocer la realidad bisexual en Estados Unidos, y recordarnos tristemente que también existe una palabra que expresa el rechazo de la sociedad “bienpensante” hacia los bisexuales: la bifobia.

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