¿Te han discriminado alguna vez?

LIBERACION GAY EN LA URSS (Abril 09)

Tomado del libro de Mario Mieli, elementos de critica homosexual.

Por lo que se refiere a la Unión Soviética, un decreto de diciembre de 1917 abolió la ley antihomosexual zarista. Este acontecimiento demuestra una cierta apertura demostrada respecto al homoerotismo por el poder proletario en el momento de su advenimiento histórico (y con ello en un país que pasaba bruscamente de una legislación feudal a una socialista). En el panfleto titulado la revolución sexual en Rusia (1923), el doctor Grigori Batkis, director del instituto de higiene social de Moscú, escribía

“en cuanto a la homosexualidad, la sodomía y otras formas de gratificación sexual que las legislaciones europeas definen como delitos contra la moralidad publica, la legislación soviética las considera exactamente igual que la llamada relación “natural”. Todas las formas de relaciones sexuales son materia privada. Solo se produce una situación de procedimiento penal cuando existe uso de la fuerza o coacción, de la misma manera que ocurre habitualmente cuando se producen daños o violación de los derechos de otra persona"

Cuando la unión soviética envió delegados al I congreso internacional convocado por la liga mundial para la reforma sexual (fundada por el Komitte Alemán), congreso que se desarrolló en Berlín en 1921, en Rusia comenzaba a dibujarse de manera cada vez mas clara la tendencia contrarrevolucionaria. La derrota de la revolución en los estados de la Europa central determinó en la unión soviética el contragolpe que llevó a la instauración del capitalismo burocrático. En cualquier caso, la URSS siguió enviando delegados a los sucesivos congresos internacionales de la liga (que tuvieron lugar en Copenhague en 1928, en Londres en 1929, en Viena en 1930; un V congreso que originalmente debía desarrollarse en Moscu sobre el tema “marxismo y problemas sexuales” se desarrolló, en cambio, Brno, Checoslovaquia, en 1932).

La gran enciclopedia soviética, publicada en 1930, demuestra como la URSS, entrada desde hacia años en plena contrarrevolución, seguía manteniendo en aquel tiempo una actitud tolerante hacia el homoerotismo. Se lee en ella:

“en los países capitalistas avanzados, la lucha por la abolición de estas leyes hipócritas (las leyes antihomosexuales) se halla en plena ebullición. En Alemania, por ejemplo, Magnus Hirschfeld encabeza una campaña especialmente enconada y no desprovista de éxito a favor de la abolición de la ley que condena la homosexualidad (…) Resulta obvio que la evaluación soviética de las peculiaridades y características de los homosexuales es totalmente distinta de la evaluación de los países occidentales. Aunque comprende el error del desarrollo de la homosexualidad, la sociedad no acusa, ni podría hacerlo, a aquellos que hacen gala de ella. De este modo se destruyen las barreras interpuestas entre le homosexual y la sociedad y el primero se ve obligado a refugiarse mas profundamente en si mismo"

Pero, muy pronto, la propia contrarrevolución excavó la fosa para los homosexuales. En Marzo de 1934, se introdujo en Rusia una ley que castigaba a los homosexuales con una reclusión máxima de 8 años. La ley, que tomó la forma de un estatuto federal, fue el resultado de la intervención personal de Stalin. Limitaba la definición de la homosexualidad a los hombres. Se exigió a todas las republicas que inscribieran sin la menor codificación dicho estatuto en sus respectivos códigos. La prensa soviética inicio una campaña durísima contra la homosexualidad, definido síntoma de la “degeneración de la burguesía fascista”: el tono y los contenidos de los ataques se revelaron absolutamente exactos a los de la campaña antigay emprendida contemporáneamente por los nazis en Alemania. Al igual que en Alemania, también se desencadenó en la Unión Soviética una persecución inaudita. Entre los detenidos había muchísimos actores, músicos y otros artistas; fueron condenados a varios años de cárcel o a la deportación a Siberia. Los arrestos masivos crearon el pánico entre los homosexuales y fueron seguidos de numerosos suicidios en el mismo ejecito rojo.

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