¿Te han discriminado alguna vez?

LOS DISTURBIOS DE STONEWALL

John D’Emilio, eminente historiador, apunta la situación política del momento. La ciudad de Nueva York estaba en plena campaña electoral, y John Lindsay se encontraba en una situación comprometida tras perder las primarias del Partido Republicano. Por cuestiones de imagen pública, tenía razones para pedir una “limpieza” en los bares de la ciudad, y Stonewall Inn un bar de de la calle Cristopher, muy cerca de la plaza Sheridan, en el bohemio barrio de Greenwich Village era un blanco fácil. Operaba sin licencia para vender licores (aunque sus dueños afirmaban no vender alcohol, sino bebidas aguadas), tenía lazos con el crimen organizado y “al ofrecer go-gos masculinos ligeros de ropa, llevó la rebeldía a la zona de la plaza Sheridan” . Stonewall Inn era frecuentada sobre todo por hombres gay que, además, eran negros e hispanos, incluyendo drag queens y transexuales.

Los dueños de Stonewall Inn estaban acostumbrados a las redadas. Hasta los años sesenta, las redadas policiales en bares y discotecas gay eran habituales en Estados Unidos, y en ocasiones incluían abusos verbales y físicos por parte de la autoridad, contra los cuales normalmente no se oponía ninguna resistencia. Por lo general era posible volver a abrir durante la misma noche o, en algunos casos, al día siguiente.

La redada.
En la madrugada del sábado 28 de junio de 1969, la policía entraba una vez más en Stonewall Inn, pero varios factores diferenciarían esa redada de las anteriores, empezando por el ambiente emocional y la hora. Respecto al primero, la comunidad gay estadounidense estaba conmocionada por el reciente suicidio de su mayor icono, la actriz Judy Garland, enterrada horas antes. Algunos grupos de fans acudían a bares gay para compartir la pérdida en un ambiente de tensión emocional, en ocasiones aumentado por el consumo de drogas. Respecto a la hora, normalmente las redadas solían ocurrir a primeras horas de la noche, lo que permitía reabrir el bar durante las horas más populares. Sin embargo, esta redada se retrasó aproximadamente hasta la 1:20, sorprendiendo a trabajadores y clientes.

Ocho agentes de policía, entraron en el bar con una orden de registro para investigar la venta ilegal de alcohol. La policía comenzó a interrogar a los clientes, solicitando su identificación. Muchos fueron escoltados hasta la calle, y algunos fueron incluso arrestados. La multitud en el exterior del bar comenzó a enfurecerse. Los abucheos a la policía se multiplicaron cuando los propietarios del bar fueron introducidos en la furgoneta policial. La chispa que transformó los abucheos en violencia fue un empujón hacia la misma furgoneta, propinado por un agente contra un joven travestido de 17 años. Éste respondió con un puñetazo, algo sorprendente pues la actitud de los detenidos homosexuales solía ser muy sumisa. La policía se abalanzó violentamente sobre el joven y la multitud intervino. En pocos segundos la situación se volvió caótica. La violencia de los agentes policiales fué respondida con golpes de botellas y piedras arrojadas por los clientes del bar, que incluso usaron un parquímetro como ariete.

Durante las primeras la policia intentó controlar la situación agrediendo britalmente a los detenidos, sin embargo la respuesta de la multitud fué implacable y creció rápidamente en número mientras la noticia de la rebelión se extendía por la ciudad. Los dueños y clientela de otros bares de la zona acudieron a los disturbios, y la policía pronto se vio superada. Algunos agentes buscaron refugio dentro del bar. En ese momento, la multitud bloqueó la entrada y algunos exaltados intentaron prender fuego al establecimiento. Mientras, en el exterior, los repetidos intentos policiales para dispersarla fracasaban uno tras otro. Cuatrocientos agentes de policía intentaban controlar a cerca dos mil manifestantes. La multitud, demasiado numerosa, se volvía a formar a espaldas de los agentes que cargaban contra ella, mientras repetían la consigna “Gay power!” (¡Poder gay!).

La policía decidió entonces enviar a la Fuerza de Patrulla Táctica, un escuadrón antidisturbios entrenado para dispersar las manifestaciones contra la guerra de Vietnam. La multitud lo recibió con una constante lluvia de piedras y otros proyectiles, impidiéndole completar su misión. Durante la primera noche se produjeron 13 arrestos. Cuatro agentes y un número indeterminado de manifestantes sufrieron heridas de diversa gravedad. El ambiente se calmó poco a poco, pero la multitud, aparentemente con la misma energía, volvería al lugar durante dos noches más. Los disturbios de la siguiente noche (domingo 29 de junio) se extenderían hasta las cuatro de la madrugada, aunque fueron menos violentos. La tercera noche (miércoles 2 de julio) aún vería la congregación de varios cientos de personas en el bar y alrededores, lo que causó de nuevo algunos enfrentamientos con la policia. Lesbianas, gays, bisexuales y trans no solo estaban molestos por la represión del Estado, también estaban haciendo historia al luchar contra la brutalidad policial y siglos de persecución y opresión.

Mientras que la cobertura mediática en los medios de comunicación masiva fue limitada, la noticia popular de la rebelión corrió rápidamente alrededor de la ciudad y del mundo. El levantamiento fue un disparo que sonó alrededor del globo. Marcó el comienzo del nuevo movimiento de masas por la igualdad de las lesbianas, homosexuales, transgéneros, y hombres y mujeres bisexuales. Después de los disturbios de Stonewall, ya no existía ninguna razón para seguir ocultando las ideas y fuerzas que se había cocido a fuego lento en los años anteriores. La comunidad aglutinada durante dos décadas en torno a las pequeñas organizaciones homófilas se sintió, de pronto, más fuerte y unida que nunca.

En este caldo de cultivo surgiría una organización unida y de vocación nacional. Tan sólo unas semanas tras los disturbios, a finales de julio de 1969, la ciudad de Nueva York veía nacer el Frente de Liberación Gay (GLF). La elección de su nombre se explica por la cercanía ideológica con las luchas anti-imperialistas en Vietnam y Argelia. A final de año, el GLF ya contaba con grupos en ciudades y universidades por todo el país. En poco tiempo surgieron organizaciones similares en Canadá, Francia, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Argentina, Australia y Nueva Zelanda.

un año después, en junio de 1970, la celebración del primer Día de la Liberación de la Calle Christopher, se llevó a cabo en el Parque Central de Nueva York y otras ciudades, celebrando el “Orgullo homosexual” y exigiendo un alto a la discriminación. En los años y décadas posteriores las celebraciónes del "dia del orgullo" se extenderia a otras ciudades del mundo convirtiendose en una de las fechas mas importantes en el calendario de la comunidad LGBT.

Imágenes de las primeras movilizaciónes hechas por la comunidad LGBT en la década de los 70s.















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