La necesidad de reformar el articulo primero de la constitución Mexicana.
La urgencia de construir un frente nacional capaz de lograrlo.
La camara de diputados en México.
Hace unos meses Bolivia uno de los países mas pobres del sur de América aprobó una ley federal para prohibir la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
En efecto, para poder avanzar en los derechos de las mal llamadas “minorías sexuales” se empieza por reconocer la orientación sexual como una condición humana, algo que el movimiento LGBT en Bolivia lo sabe y en México se olvida.
En nuestro país, el artículo primero de la constitución señala la prohibición de la discriminación por a) origen étnico, b) nacionalidad, c) genero, d) edad, e) discapacidad, f) condición social, g) condición de salud, h) religión, i) opinión, j) estado civil y k) “preferencia”
En ningún momento en nuestra constitución se toca la prohibición por orientación sexual e identidad de género, pues la ambigua palabra de “preferencia” no cubre ni orientación ni identidad las cuales ni siquiera entran en dicha categoría pues es bien sabido por todos que la orientación sexual y la identidad de genero no es algo que las personas puedan elegir, no es una preferencia.
Es justamente eso, no prohibir la discriminación por orientación sexual e identidad de genero lo que permite que en todo el país se apliquen sin ningún problema en los municipios las llamadas “faltas a la moral” que pueden provocar sin problema la detención por parte de la policía hacia las personas que hacen manifiesta su homosexualidad o vistan con ropas del sexo opuesto (y que dichas detenciones no sean consideradas un acto de discriminación).
La necesidad pues de llamar por la modificación del articulo primero de la constitución para que incluya una prohibición nacional de discriminar por orientación sexual e identidad de genero es urgente, pero para lograrlo (que seguro no será fácil) es también necesario que la comunidad LGBT se organice y dirija todas su fuerza y su peso político y numérico hacia promover un gran debate nacional que permita desenmascarar a los opositores de la libertad y encontrar a los dirigentes que puedan abrir paso y crear las condiciones optimas para avanzar en el reconocimiento del estado mexicano a la diversidad sexual. Por el uno se empieza. Bolivia ya lo hizo.
José Eduardo Rodríguez Pérez
Ciertamente, hay mucha ambigüedad en el término. Sin embargo, no es lo único urgente que hay que modificar o esclarecer en nuestra Constitución. Si hay algo por cuál preocuparnos, es que aquélla carece de introducción: ¿para qué se promulgó?
ResponderEliminarLa constitución de todo país, lejos de evitar la discriminación a maricones depravados sin moral –exhibiendo sus puercadas, pensando que es normal–, debe dejar explícito su sentimiento nacional.